13.5.07

Una noche con Corcobado

Me paso la mañana escuchando canciones tristes de Corcobado. Recuerdo una noche muy lejana en el tiempo. Él acababa de dar un concierto en solitario en Vigo. Yo languidecía drogado y perdido entre su publico. Teníamos una amiga común. Acabamos en el puerto, amaneciendo ya, nuestros pies colgando sobre el mar grasiento y sucio. Recuerdo que hablamos de la Velvet, del amor y de la soledad.
La Velvet, el amor y la soledad, precisamente. Qué ironía, la Velvet se convirtió en silencio, el amor en desamor y la soledad en infierno. No diría yo que se produjeron grandes cambios. El silencio es música y el desamor es amor insatisfecho. Que la soledad se convirtiese en un infierno de ratas y ruinas tampoco debe sorprender a nadie.
Han pasado más de 15 años desde aquella noche. No he escuchado a Corcobado con tanta asiduidad como entonces. Aquel hombre que parecía inmerso en una profunda reflexión interior, como si estuviese en una encrucijada ha sabido seguir haciendo música con tenacidad digna de encomio. Sigue fuera de los circuitos comerciales, no le hemos visto en los 4o Principales ni en nada parecido. Me imagino que no será millonario, precisamente. Un artista. Me descubro el cráneo, admirable.
Aquella noche ha quedado fijada en mi memoria de manera indeleble (y eso que no recuerdo aquella época con mucha precisión).