11.12.06

Tarde de ripios, demagogias y desesperadas premoniciones

Ayer perdí un rato contando sílabas y hoy lo explico. Éste fue el resultado de lo de ayer (publicado en El Ciudadano Liberal con el título "Volverán los brillantes demagogos", sobre el poema de Bécquer):

Volverán los brillantes demagogos
con palabras a la plebe a desarmar,
mostrando el bello brillo de sus Rolex
cual Luz de la Verdad;
pero cuentas, cajas fuertes e influencias
por las que tanto han tenido que trepar
esas con las que salvan tantos pobres
esas... ¡no las verás!

Volverán los tocados con la Gracia
a dar serias lecciones de moral,
señalando quién es bueno y quién facha
en exclusividad;
pero esperar un buen razonamiento,
un argumento sin mediocridad
que te explique el porqué de su desprecio,
eso... ¡no lo verás!


Volverán a apuntarte con el dedo
por extremista neoliberal
y por mucho que ames la democracia
no, no te absolverán;
pero eso con lo que un día soñaste
todo un mundo de hombres en libertad
no impedirán que un día se logre, esos
¡Hijos del Capital!


Y esta es la explicación de hoy. Lo cierto es que empecé a escribir este poemilla satírico porque no era capaz de responder a una carta de mi hermano de espíritu J.M.P. Un izquierdista redomado, versión ácrata, que me toca las narices todo lo que puede y que tiende a dejarme en estado de estupefacción con cada una de sus misivas.
Una conversación con mi cuñado, al que quiero mucho y bien, pero peca del mismo defecto ideológico, produjo un resultado similar. R., mi cuñado, opina que un "facha" es "uno del PP y que es "neoliberal a ultranza". Es fácil observar cuánta incultura y sectarismo hay en la afirmación. Más que irritarme, me da pena.
Por otra parte mi amigo virtal Tiberio, con quien discuto en la Red de cosas políticas, me deja de piedra, como dice mi mamá, al lanzarme a la cara: "dáis miedo". Se supone que refiriéndose a los españoles de derechas. Sectarismo antidemocrático ¿Inocente? No sé. Hay quien me dice que la afirmación es el primer paso para justificar la agresión. Legítima defensa, miedo ineluctable, estado de necesidad. Puede ser tiene sentido. En cualquier caso, tiene lógica asaltar las sedes de los partidos que da miedo. Y si todo el mundo se pone a tener miedo, pues olé, a la Guerra Civil, lo cual si se mira bien satisfaría a quienes ansían los tiempos heroicos de la República. Así tendrían la oportunidad, esta vez sí, de derrocar a Franco. Como a Pinochet, a quien tan valientemente se zahiere hoy, en la hora de su muerte. Todo el mundo pregunta por Castro y la izquierda responde con toda claridad: "La culpa es del PP".
En la misma dirección: leí en un Interviú atrasado uno de esos ripios que escribe el muy talentoso Sabina. Tan talentoso como demagógico e igualmente sectario.
Lastimosamente, la izquierda española, está en ese plan.
¿Volverán las oscuras demagogias a nuestras banderas crespones negros a colgar?
Mi hermano, mi semejante, cuida lo que dices, mide tus actos, no ofendas a tu adversario hasta no dejarle otra salida que convrtirse en tu enemigo.