14.1.07

Domingo gris en Vigo

Mañana anodina de domingo en Vigo. Gris y fría. Rutinas familiares. Construyo un castillo con mi hija, lo que me rescata del fondo de mi alma. Pero la ventana está ahí, y tras ella se adivina el frío, gris.
Tomo café, fumo un cigarrillo, abro el Word con la vaga intención de continuar un cuento que estoy escribiendo, pero sabiendo que me limitaré a pasar mi mirada por encima y sin atención. Palabras y más palabras que no justifican una existencia, sospecho ¿O sí?
Mañana serán las rutinas laborales.
Nos preocupamos por el dinero, que no alcanza. Qué originales.
Aún resuenan los ecos de las manifestaciones de ayer y, sobre todo, el caudal infinito de insultos de que somos objeto desde la otra orilla ideológica ¿Importa?¿Importa realmente todo esto?
Me da la impresión de que lo único importante que habrá pasado hoy, al acabar el día, será el rato en el que Noa y yo construimos un castillo. Ella rescatándome del fondo de mi alma.